jueves, 8 de octubre de 2009

Comentarios sobre la objetividad moral como negociacion crítica

En la apertura del Congreso Nacional de Filosofía, en mesa 5 de Filosofía Política, se dio lugar a un amplio y frugal debate: ¿Es dable la objetividad moral? y de ser así ¿Cómo entenderla? Además, ¿Es posible comprenderla como negociación conflictual político y moral a la vez? Las preguntas, desbordan los límites propios de la propuesta, de ello no hay duda.

Sobre estas consideraciones, esto es, sobre el entendimiento de que existe una tal objetividad moral, cuyo concepto está, a priori referido, como una estadio de negociación crítica entre los "agentes" (lo ubico en comillas, por ser la expresión, para mí, desafortunada, con que se quiere aludir a las peronas o sujetos de derecho involucrados en la desición ética fundante de la expresión objetividad) que tienen el poder para interactuar en un determinado régimen político. En el entendimiento del autor de esta tesitura, tales "agentes", tendrían derecho, virtud de suponer, primero a la moral como sinónimo de la política, a violentar, en caso de ser necesario, al otros, siempre que esa violencia fuese oportuna, eficaz y no sobreparasa un cierto límite, y segundo, de colegir, siempre, que no hay espacio para límites cuando de política se habla.

Las preguntas que surgen de ello, para mi son (entre otras varias que no alcanzo a ubicar acá):

1.- Si se acepta tal elucubración. ¿Como puede comprenderse esta negociación tan sui generis? para usar categorías ajenas al marco de fundamentación que se pretende, podemos decir, que, para decirlo usando la teoría laboral: ¿Existirían tipos de negociación críticas, con respecto a consideraciones objetivas de la moralidad entendida como política, sin ningún matiz ulterior? Vale decir, ¿Existiría una negociación moral reglada, y otra no reglada?, y por cierto, ¿Cuales serían sus efectos?. Además, en toda negociación (laboral) siempre se arranca de un estratagema de desigualdad, ya de interéses, ya de capacidades de acción, que el Derecho laboral, que es también ejercicio político, y por cierto, para seguir con el acuerdo con la tesis primitiva, es también moral, ¿Cómo es posible entender entonces el muy intenso trabajo de profesor Américo Plá Rodríguez, en sus "Principios de Derecho Laboral", cuando refiere que la misión del Derecho Laboral es "generar una igualdad mediante la contrución de desiguldades de signo opuesto". De lo cual resulta que dos posiciones en principio desiguales, queden formalmente (ante el Derecho) igualadas, (ante la política, y en este caso, ante la moral. Creo que esta utilización algo ligera de categorías no lleva a buen puerto la tesis sugerida, basada en la analogía político moral, de cara a la comprensión de la objetividad ética.

Existen también objeiones que pueden hacerse desde la Teoría General de Resolución de Conflictos, pero no la expongo por ser demasiado extensas, para lo que pretendo enunciar. Sólo las menciono, para tenerlas a la vista, lo mismo ocurre con el problema de la objetividad moral, desde la perspectiva del intuicionismo, como en el de G. E. Moore, en su "Principia Ethica", o "En defensa del Sentido Común", en que la tesis fundante, es precisamente abogar por la indefinibilidad de lo bueno.

Por otro lado y en sentido fuerte, se meciona como fundante de este tipo de explicaciones a "los liberales", en general, esto es, que virtud de una objetividad moral que no es tal, sino que varía conforme a los resultados de las distintas negociaciones político-morales, que se den en una sociedad (v.gr. la chilena) democrática. De modo tal que, sería en función de la explicación que los "liberales" realizan, que estaría legitimado el uso de las violencias (reales o simbólicas; vis absoluta o compulsiva, para decirlo con el aforismo jurídico penal) en una sociedad dada, como única salida frente a un punto de infleción en que los "agentes" no logran el acuerdo esperado, para plantear una objetividad moral. Pero, ocurre que, esta idea, parte de un mal entendimiento de objetividad, pues por ella podremos entender, ya lo que se predica de un objeto que se estudia, y entonces algun cabida tendría la explicación de la tesis primitiva; o bien, podemos entender, que la objetividad, es algo distinto del sujeto que la conoce, la estudia y desarolla en última instancia. De ser así, no veo ninguna coherencia entre la idea de denunciar a los liberales como objetivistas morales, ni en al hecho de considerar por objetividad una cosa distinta de lo estudiado, conocido y desarrollado por los "agentes". Además, ello no podría ser así si se consideran lo propuesto, por ejemplo, por J. Rawls, en e párrafo 53 de su A Theory of Justice (1971), sobre los presupuestos (deber y obligación) y las condiciones de la desobediencia civil, la que nunca es violenta, salvo casos que sobrepasen los límites del acuerdo original. Pero s una situación excepcional que no presenta un contexto de justificación (J. Wrobleski) suficiente para un planteamiento de esta naturaleza.

De todos modos, creo que la cuestión es profundamente debatible, y al menos en eso, es sobresaliente.

Saludos,

AR

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